¿Te molesta el desagradable olor de tu aliento bajo la mascarilla? Si puedes olerlo ahí dentro, la mascarilla no es la culpable. Lo más probable es que sea un problema de salud bucal existente del que acabas de darte cuenta.
Según la Academia de Odontología General, más de 80 millones de personas en el mundo sufren de mal aliento o halitosis y la mayoría de ellas no saben que lo tienen. Ahora que tenemos que llevar constantemente una máscara para protegernos, es imposible no notar el olor de nuestro propio aliento.
¿Por qué mi aliento huele tan mal?
El mal aliento normalmente es causado por diferentes factores. Tienes factores externos como el té, el café, el ajo (comida con olores fuertes) y el tabaco. Y luego tienes factores internos como la mala higiene bucal y la placa.
Además, la deshidratación o la pérdida excesiva de agua en el cuerpo también puede hacer que el aliento apeste. Los problemas en los senos paranasales o las amígdalas también pueden ser factores contribuyentes.
En ciertos casos, sin embargo, el mal aliento podría ser más que un problema de la cavidad oral. tu boca es como un barómetro, como un indicador para el resto del cuerpo. Hay tantas cosas conectadas a la boca, el mal aliento puede ser un síntoma de otras enfermedades como las del corazón y la diabetes.
Factores de eliminación
Dado que la causa podría ser cualquier cosa, desde comer comida picante hasta enfermedades graves, la mejor manera de determinar la razón de su mal aliento es a través de la eliminación de factores.
Lo primero es eliminar tus problemas de higiene bucal. Porque si tu higiene oral es buena pero sigues teniendo problemas (asegúrate de hacerte un chequeo dental primero), es entonces cuando puedes seguir comprobando todo con el dentista.
Prioriza la salud bucal
Los profesionales de la odontología alientan constantemente a todos a que hagan de la salud bucal una prioridad. Las caries y las bacterias en la boca producen mal aliento y podrían empeorar si no se les da una atención inmediata y adecuada.
Usa hilo dental y cepíllate dos veces al día con pasta de dientes con flúor. Asegúrate de que también te cepilles la lengua, ya que ésta tiene la misma placa que los dientes.
Además, mantente hidratado siempre especialmente durante el verano, bebiendo más agua en lugar de bebidas diuréticas como el café o el té. Por último, es imprescindible acudir a revisiones periódicas con el dentista y el higienista para mantenerse en forma y conservar el aliento fresco, con o sin mascarilla.